Porque, alguna vez, creyó tener su sol y este se fue en busca de otro amor, y su alma, lejos de parecer hielo ante la falta de esa luz, pensó: "Por qué habría de angustiarme tras su
ausencia? Si aquel sol, como
yo, se formó de nuestro amor" Cerró la puerta con suma prudencia y espera
otra estrella para fundir de a dos.
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